Escuchar más allá del oído

Escuchar activamente a los niños va más allá del oído, es estar con todos los sentidos atentos a la infancia y su relación con el mundo. Escuchar tiene que ver con el tiempo: que los niños perciban que tenemos paciencia y disponibilidad para ellos.

En palabras de Malaguzzi: “Si no aprendemos a escuchar a los niños será difícil aprender el arte de saber estar y conversar con ellos, será difícil comprender qué hacen, piden, planean, teorizan o desean; será imposible comprender qué procedimientos exploran o eligen para influir en su entorno y obtener conocimiento”.

La escucha en este sentido es la estrategia que nos introducirá en el camino educativo adecuado, con la creencia de que el niño tiene teorías que estamos esperando confrontar con las nuestras.