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Las matemáticas se aprenden jugando
En palabras de Francisco Mora: “Sólo se puede aprender aquello que se ama”.
Los niños aprenden vivencialmente a través del juego y, como resultado, despiertan su creatividad, curiosidad y su capacidad para resolución de problemas.
En el juego, los niños se involucran tanto cognitivamente como socioemocionalmente. Por eso se sumergen en las secuencias, las cantidades y las relaciones lógico-matemáticas.
Se busca que los niños vivan los procesos lógico-matemáticos para que verdaderamente entiendan los resultados.